Voto Político Central para consideración del III Congreso Nacional del Movimiento UNIR. Valparaíso, 5 de Agosto 2023

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Enfrentar la crisis

Este Congreso nos encuentra en un momento crucial. Aún no se cumplen 2 años del primer gobierno encabezado por un compañero del Frente Amplio (FA); sin embargo, son muchos los desafíos de los que tenemos que hacernos cargo, así como también, de errores y desaciertos cometidos que han afectado y afectan nuestra gestión al mando del país. 

Hoy enfrentamos un escenario muy complejo, que debemos ser capaces de leer con atención, y que contiene tres crisis, que se retroalimentan:

En primer lugar, una crisis política de conducción. Como izquierda en general y como Frente Amplio en particular, no fuimos capaces de interpretar correctamente los cambios que el país expresó con fuerza en Octubre de 2019. Y menos aún de liderar y conducir un proceso de cambios sintonizado con la demanda del país. Esto se expresó nítidamente en el fracaso de la primera fase del proceso constituyente, luego en la estrepitosa derrota en la elección del nuevo consejo constitucional y, finalmente, en el rápido debilitamiento del apoyo a nuestro gobierno del Presidente Boric.

En estos pocos meses de gobierno han quedado en evidencia nuestros errores, hemos debido renunciar a parte de nuestro programa, hemos debido entregar, de cierta forma, el centro de gravedad de la conducción.

En segundo lugar, una crisis reputacional. Al cuestionamiento de cierta impericia en la gestión se ha sumado ahora un juicio ético más complejo de enfrentar: hoy nos golpea severamente el “caso fundaciones”, minando la credibilidad y el capital de nuestra coalición y del gobierno mismo, sin que se observe capacidad estratégica para hacerle frente y evitar que aquello paralice la acción de gobierno como anhela la derecha. Salir de este bache requerirá tiempo, templanza, rigor y cambio de prácticas, pero también realismo. Cualquier proceso de recomposición de nuestra identidad ética y política, deberá necesariamente superar la ilusión de superioridad moral, que es inútil, peligrosa y hasta ridícula para el sentido común.

Por último, una crisis de visión. La renuncia a parte del programa no es solo expresión de giros tácticos pero necesarios. Si fuera solo eso, si se tratara de una maniobra consensuada, una muestra de ductilidad para contener la ofensiva de la derecha, con una claridad de propósitos que retomaremos en un momento viable, estaríamos en un margen comprensible de manejo de crisis. Pero no es esto: vivimos también una crisis de desorientación y confusión, pérdida de brújula y ausencia de objetivos estratégicos y visión de país. Esto es lo que más nos debilita.

Nuestra tarea hoy es hacer frente a estas tres crisis, y proponer caminos para ayudar a salir de ellas. Esto es lo que debemos ofrecer al Frente Amplio. Y en este marco general, tomar definiciones como UNIR para encauzar nuestro posicionamiento y nuestro rol en el Frente Amplio y en la izquierda.

Unir-nos a Comunes para Unir al Frente Amplio

En este dificil contexto, resulta satisfactorio al menos ver cómo, de la resistencia inicial de algunos, hoy ya todos los partidos del FA han asumido que es una exigencia política ineludible avanzar más temprano que tarde hacia la construccion de un solo partido del FA. Nos alegramos de aquello y es plenamente justificado que, como movimiento Unir, sintamos satisfacción de nuestra capacidad de haber leído e interpretado los escenarios y desafíos políticos anticipadamente y con asertividad. 

Hemos sostenido desde el comienzo que no se trataba solo de una cuestión orgánica sino esencialmente política, para dotar al FA de una mejor y mayor capacidad de elaboración y acción política para encarar el escenario generado por la inevitable ampliación de la base de sustentación del Gobierno y lidiar con la tesis que subyace en algunos de nuestros aliados de gobierno: la existencia de dos izquierdas; una que sabe gobernar y otra que no.

Pero hoy se agrega otra necesidad. Para afrontar la triple crisis, de conducción, reputacional y de visión, es crítico construir un espacio nuevo, que rebaraje las cartas, que permita nuevas conversaciones y nuevas relaciones entre todas y todos, que sea capaz de rediseñar una estrategia, para contener la crisis y recomponer confianzas primero, y para salir jugando con un nuevo impulso después.

Como UNIR debemos evaluar cómo aportamos a la aceleración de este proceso de unificación orgánica y política. Hoy casi todos adhieren a la unidad, pero con matices, instalando lógicas hegemónicas desde el inicio, pensando a veces en una mera formalidad y no un ejercicio de genuino aprendizaje y cambio.

En nuestros 3 años de existencia, como movimiento UNIR desarrollamos un prolífico camino: cumplimos un rol importante de conducción y claridad política al interior del Frente Amplio, contribuimos con candidaturas a cargos de representación popular, empujamos la idea de una candidatura presidencial del Frente Amplio, levantamos nuestro propio candidato presidencial para dinamizar y convencer de la viabilidad de una opción del FA, instalamos autoridades para apoyar la gestión del presidente Boric e impulsamos desde el inicio la idea de que la unidad política y orgánica del Frente Amplio asegura mayor fortaleza y consistencia en el respaldo al Gobierno y en nuestro posicionamiento hacia el futuro.

No es poco, y es justo que nos felicitemos por ello. Pero es un ciclo que concluye dentro de un proceso mayor. Siempre dijimos que el objetivo esencial de UNIR era, precisamente, contribuir a la unificación de la izquierda y que este camino podía comenzar desde el Frente Amplio. Por ello, debemos dar un nuevo paso en esta dirección.

Creemos que la manera más eficiente para lograr estos propósitos es por medio de un primer proceso de unificación con el partido Comunes, a fin de potenciar, desde ese espacio, la aceleración del proceso de unidad del Frente Amplio.

Nuestra unificación con Comunes, en consecuencia, es una definición política coherente con ese objetivo mayor que seguiremos empujando, desde un actor más fortalecido. 

Por último, desde Comunes alentaremos el comienzo inmediato de un proceso de reflexión y debate participativo, de todo el Frente Amplio, en la ruta de la Unidad y que se ponga como objetivo el inicio de una reforma estratégica y política. Declarar y dar forma a un estado de “cónclave permanente” para redefinir nuestro futuro político, que concluya con la unificación. Los próximos eventos electorales debieran enfrentarse desde este nuevo actor.

Voto Político

En consecuencia, este III Congreso Nacional de UNIR resuelve: 

  • Reiterar nuestro decidido apoyo al Gobierno del Presidente Boric, del que somos plenamente parte, y a su agenda de cambios.
  • Reafirmar, como objetivo estratégico, la unidad del Frente Amplio en un solo partido político, como una necesidad urgente para enfrentar la crisis y como el mejor instrumento para preservar nuestro proyecto político.
  • El movimiento UNIR acuerda unificarse con el partido Comunes, asumiendo con profunda convicción su militancia como la propia; integrándose activamente en sus diversos espacios directivos nacionales, de frentes, temáticos y de base; y comprometiendo todas sus energías y capacidades en la tarea del fortalecimiento de Comunes en el marco de la construcción del Partido Frente Amplio y la revigorización de su proyecto transformador.